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Las mejores y más graciosas frases de humor negro

El humor negro es apto solo para personas con un gran sentido del humor, que sepan reírse por todo y que no piensen que los chistes están pensados para ofender. Dicen del humor negro que solo es gracioso para las malas personas, ya que se dedica a hacer sátira de cuestiones sociales que generalmente son consideradas como serias como, por ejemplo: tragedias, normas sociales, actos terroristas, suicidios, discriminación o discapacidades. Así, algunas personas no lo ven como chistes de buen gusto porque atañen a temas dolorosos para el ser humano y, en especial, a temas que suscitan controversia y polémica en la sociedad, ya que están relacionados de forma íntima con la moralidad.

Si tú eres de esas personas a las que les gusta reírse de todo y hacer rimas graciosas, disfrutarás leyendo estos chistes de humor negro que te hemos traído para que pases un buen rato.

Los mejores chistes de humor negro

La diferencia entre el vestuario de las Olimpiadas y el de las Paraolimpiadas es que en el primero huele a Réflex y en el otro a 3en1.

Se ha muerto mi suegro y en la lápida hemos puesto “RIP RIP HURRA”.

Van tres canis en un coche y conduce el policía.

El otro día me expulsaron de una partida de paintball. Parece ser que no puedes usar el cuchillo para ahorrar munición.

Si hubiese una guerra entre chinos, ¿cómo sabríamos quién gana?

El portátil más caro del mundo lo tenía la mujer de Stephen Hawking.

Le pedí a mi padre que me hiciese un truco de magia y desapareció para siempre.

El colmo del sadismo es darle a un ciego una navaja de afeitar y decirle que es una harmónica.

Le he preguntado a mi médico si tendré cura y me ha dicho que sí; cura, médico y funeral.

Un leproso tocando la guitarra está haciendo carne picada.

Se ha muerto mi suegra y le he puesto como epitafio: “aquí descansa Doña Rosa. En casa descansamos todos”.

– Por favor, ¿daría usted 5 euros para la capa del cura? / – Te doy 10 ¡y lo capo yo!

Si estás aburrido manda un SMS a un número al azar donde pongas “Ya he escondido el cadáver. ¿Ahora qué hago?”. ¡Risas aseguradas!

Si Stevie Woner movía tanto la cabeza al cantar es para ver si así acertaba la ubicación del micrófono.

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